Este hobby cultural lleva décadas de existencia. En sus ejércitos reconstruidos nos encontramos personas de todo origen y condición; periodistaS, profesores universitarios, soldados y policías, abogados, panaderos, mecánicos, médicos o jóvenes estudiantes... todos unidos por sus interés por el pasado y su afición a la Historia Militar.
En Waterloo, a mediados de junio, se reúnen todos los años miles de aficionados para volver a combatir en entorno a la granja de La Haye-Sainte; ver formar el cuadro a los highlander para defenderse de la caballería de Napoleón. Participantes y espectadores han podido vivir en persona una parte de la Historia, al tiempo que pasan un agradable día de campo. Lo que ocurre en Waterloo se produce de forma parecida en cientos de ciudades y pueblos de Europa y Estados Unidos, en los que soldados napoleónicos, romanos, cruzados, miembros de los Tercios de Flandes, soldados alemanes, ingleses, franceses, norteamericanos o rusos, de las dos guerras mundiales, se enfrentan en grandes batallas incruentas, pero muy espectaculares y educativas, ante miles de aficionados y curiosos.
